Frente a los resultados del proceso electoral del pasado 17 de junio, ACOPI como gremio representante de los intereses del tejido empresarial más grande de Colombia, quiere dar a conocer los aspectos coyunturales que a nuestro a entender son de vital importancia para el desarrollo productivo de este segmento. Esperando que sean recogidas en el plan de desarrollo del próximo gobierno:
1. Mejora normativa para la competitividad del país: Uno de los obstáculos que debe afrontar el empresario colombiano es el complejo sistema normativo que actualmente regula la actividad económica. Según datos del DNP (Departamento nacional de planeación), entre el año 2000 y 2016 se emitieron aproximadamente 86.000 actos normativos, de los cuales más de la mitad fueron insustanciales.
Es necesario que el próximo gobierno mantenga el ritmo de trabajo que en este aspecto se ha venido desarrollando gracias a la buena gestión del CONPES 3816 (Mejora normativa).
2. Sistema tributario más simple, progresivo e integrado: El actual sistema tributario de nuestro país es bastante oneroso para el empresariado. Según datos del Doing Bussines, una empresa en Colombia de cada 100 pesos producidos 70 son pagados en impuestos; lo que se agrava si tenemos en cuenta la poca capacidad financiera que algunas empresas de menor tamaño tienen.
En este sentido, es importante que en las próximas reformas tributarias se prioricen: (1) El aumento de la base impositiva del impuesto a la renta no recaiga en su mayoría en personas jurídicas y (2) Diferenciación de cargas impositivas que considere el tamaño de las empresas.
3. Incentivos para la formalización: MINCIT y DNP se encuentran desarrollando un documento CONPES que busca aumentar los niveles de formalización tanto empresariales como laborales. Este tipo de estrategias durante el próximo cuatrienio, dado que redundan en un aumento de los indicadores económicos del país.
A este respecto, consideramos que un vehículo para conseguir los objetivos de formalización trazados es el Monotributo siempre y cuando su base se amplíe para incluir más actividades productivas y para personas jurídicas.
4. Emprendimiento y economía naranja: Es necesario que en nuestro país impulse el desarrollo de políticas públicas encaminadas al fomento y crecimiento de nuevas unidades de negocio, basados en las actividades que se enfocan en la creatividad, innovación y sistemas de información para que nuestros jóvenes no se enfoquen en buscar empleo sino en crearlo.
5. Industrialización del Sector Agropecuario: Siendo uno de los sectores que impulsa el crecimiento económico, resulta contradictorio que las mayores brechas sociales se presenten en el área rural del país. Por lo tanto, se debe incentivar a la industrialización de las actividades agrícolas y pecuarias, como mecanismo de desarrollo social y calidad de vida de la comunidad.
Para esto es importante, que se aumente el presupuesto del Ministerio de Agricultura enfocado en la provisión de bienes públicos; estimular la asociatividad y las alianzas productivas, que trasciendan en la consolidación del sector agro colombiano.
6. Fortalecimiento de las Regiones: Colombia es un país que se caracteriza por las marcadas diferencias de sus regiones, los que las convierte en un baluarte para el crecimiento económico. Es necesario que el próximo plan de desarrollo les dé más protagonismo, a través de mecanismo de participación y decisión expeditos directamente relacionados con el
presupuesto nacional, con los cuales puedan priorizar de mejor manera sus apuestas productivas y sectores de desarrollo.
7. Ciencia, Tecnología e innovación: En la actual coyuntura económica mundial, la creación de conocimientos y tecnologías juega un papel preponderante para el crecimiento de las empresas. Colombia requiere una política más seria, que fortalezca COLCIENCIAS y el presupuesto que se dedica a actividades de I+D+i, priorizando condiciones favorables para que el sector privado aumente su inversión en dicho aspecto.
8. Mecanismo de Comunicación con el Empresario MiPymes: Los empresarios de este segmento siempre están dispuestos a participar con su experticia en aquellas iniciativas que propenden por el crecimiento de la economía. Sin embargo, por lo complejo e intrincado del aparato Ejecutivo del país, sus aportes se pierden en una maraña de instituciones, grupos de trabajo, despachos y ministerios.
Resulta de vital importancia que el nuevo presidente cree mecanismos más expeditos de participación empresarial, para que el mismo pueda valorar las propuestas de dichos empresarios, y poder diseñar mejores estrategias de fomento, desde el mismo novel central.
