#agenciapyme -Con la caída del Pacto Cafetero y el Acuerdo de Cuotas en 1989, para no sucumbir los productores colombianos debieron acudir a nuevas técnicas de cultivo, a estrategias sanitarias, a la apuesta decidida por la producción de cafés especiales y a todo un cúmulo de valor agregado. En ese marco nació Café Pacundi cuando transcurría el 2010, empresa que hoy conforman diez productores de veredas de Pacho y Villa Gómez en Cundinamarca, gerenciada por Wilson Sánchez Usaquén y que hoy cuentan con unas 40.000 plantas.
Años antes la Federación de Cafeteros realizó un concurso nacional para calificar sabor y características, en el que participaron con un lote y con el que ocuparon el segundo lugar entre un buen número de participantes. Fue entonces cuando se dieron cuenta que tenían un buen producto y que podían jugar en las grandes ligas. A grandes rasgos, así empezó un programa de café especial que hoy beneficia a unas 4.500 familias.
En Pacho (Que en quechua quiere decir padre bueno), a 1900 metros sobre el nivel del mar, este café de origen hereda una tradición de producción artesanal de muchas generaciones que han labrado el destino cafetero en las montañas americanas. Se trata de un producto con elevados estándares de plantación, beneficio húmedo, secado al sol, trilla mecánica y manual, tostado y comercialización que afianzan una cadena de valor que llega a la excelencia.
Café Pacundí se insertó en un nuevo mercado con valor agregado y variedades de café para todos los gustos que van desde Típica, Caturra, Castillo y Variedad Colombia. Como lo dice la empresa, Pacho pone en la taza de los colombianos y del mundo el espíritu de los Andes.
Comentando sobre el café colombiano, Wilson apunta: “Resulta que el café santandereano tiene un origen y unas características por su inicio o historia, lo mismo sucede con el cundinamarqués, con el del Huila, el de Nariño, el de Antioquia, bueno todos los departamentos. Pero cada uno por topografía y clima tienen características diferentes. Boyacá no tiene una caficultura de pronto muy tecnificada, pero tienen un excelente café por el origen. Entonces Colombia, aparte de tener el mejor café del mundo tiene una cualidad en sus departamentos y es que producen café diferente, de diferente sabor”.
Más adelante precisa que el café de Cundinamarca se caracteriza por su suavidad y su excelente dulzura, asegura que el de Rionegro tiende a tener un sabor apanelado, achocolatado y cítrico natural y comenta que la acidez del café de Cundinamarca es media y en otros departamentos es muy alta. “En Cundinamarca tenemos una taza muy equilibrada, eso se nota mucho en Rionegro en donde más se matiza el sabor a panela, chocolate y cítrico”. Y apunta Wilson que su café es suave, cítrico y con sabor a miel de caña.
Cafe Pacundi tiene puntos de venta en Tenjo, Facatativá, Cartagena y Bogotá y está pensando en abrir más. Su objetivo es apoyar a los caficultores de la región de Rionegro y llevar su mejor café a Colombia y el mundo. “En Colombia es un poco difícil porque el consumidor nacional le teme a nuevas marcas”, dice Wilson.
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